¿EL PUEBLO SIEMPRE TIENE LA RAZÓN?
Hace varias décadas oí a un exitoso político mexicano (priísta) afirmar de manera contundente: “si el pueblo dice que es de noche, aunque sea de día, hay que prender las luces”. Sonaba muy democrático, pero siempre tuve mis dudas sobre si el pueblo no podía equivocarse y el asunto era evidente cuando, por ejemplo, siendo de noche, pensaba que era de día. El razonamiento siempre me pareció extraño.
Ya se ha hablado mucho de las razones que llevaron a la mayoría de la población (y no sólo los más pobres) a votar abrumadoramente a favor de MORENA. Sobre eso, ya escribiré en otro momento. Mi punto aquí es distinto: no creo que el pueblo nunca se equivoque. La historia nos muestra lo contrario. De hecho, estamos viendo en los últimos tiempos lo contrario. Hace pocos días, en Francia y en Alemania, así como en otros países de Europa, la gente votó numerosamente por la extrema derecha. También sus razones tendrán, pero si uno está de acuerdo en que los mexicanos no se equivocan, también tendremos que estar de acuerdo en que los estadounidenses no se equivocaron en su momento al elegir a Trump y tampoco los brasileños al elegir a Bolsonaro, ni los argentinos al votar por Milei, o los rusos en reelegir a Putin. Por supuesto, como demócratas, tenemos que aceptar los resultados. Pero eso es distinto a darles la razón. La gente se equivoca y se ha equivocado históricamente.
Por supuesto, todos los que votaron por MORENA (6 de cada 10 personas que sufragaron) no estarán de acuerdo conmigo en que se equivocaron. Y 4 de cada 10 a lo mejor sí lo estarán. Pero, insisto, mi punto es éste. Muchos opositores, desde la perspectiva liberal o de izquierda, como Thomas Mann o Bertold Brecht en su momento, tenían razón históricamente, cuando se preocuparon y lamentaron el triunfo electoral de los nazis y el cuasi absoluto apoyo que estos, a lo largo de toda la década de los años treinta del siglo pasado, tuvieron del pueblo alemán.
Lo mismo puede decirse del fascismo. Por las razones que se quiera, aunque al principio Mussolini llegó con un golpe de fuerza, durante casi dos décadas, la gran mayoría del pueblo italiano lo apoyó masivamente. Tanto italianos como alemanes tenían sus razones, por supuesto. Venían saliendo de la catástrofe de la Primera Guerra Mundial, había desempleo abierto, violencia cotidiana en las calles, un régimen nuevo que no acababa de ofrecer todas las respuestas a esos problemas, etc. Así que esos pueblos se arrojaron en manos del fascismo y del nazismo con los brazos abiertos y profundamente convencidos. ¿Tenían sus razones? Si. ¿Tuvieron razón históricamente? No. En ambos casos, esas decisiones populares terminaron en guerras, una enorme destrucción, holocaustos y millones de muertos. Así que, perdón, pero no, el pueblo no siempre tiene la razón. El pueblo puede equivocarse y, es más, lo hace con frecuencia.
En cierto sentido, estamos viviendo una época similar, en cuanto a la frustración, desesperación y enojo de la gente. Las instituciones tradicionales, religiosas o seculares, no alcanzan a dar respuestas y soluciones al pueblo y éste se arroja a los brazos del primer mesías o iluminado que les ofrece todo, aunque luego no les cumpla cabalmente. El pasado se rechaza por hastío.
La esperanza del cambio se convierte en el eje principal de sus lealtades. Los resultados no importan tanto, sino la ilusión de un futuro promisorio. El presente puede seguir siendo el mismo, o incluso peor, pero eso no es relevante. Lo que cuenta es la promesa de una situación mejor, se cumpla o no. Las medidas del nuevo régimen pueden ser desastrosas para las libertades y para el propio bienestar general, pero eso no es relevante, por lo menos en un primer momento, el cual puede durar décadas. Es por esa razón que yo creo que ese cheque en blanco que el pueblo mexicano en su mayoría (no su totalidad) le acaba de dar a MORENA, no va a ser bueno, ni a corto ni a mediano ni a largo plazo. Y nuestra responsabilidad es decirle: “Entiendo tus razones, tú crees que es de noche y que hay que prender las luces, pero no, no es de noche y no tiene sentido hacerlo. Usemos nuestros recursos de manera más sensata, por el bien de todos.”
Roberto Blancarte - 14 de junio 2024